Plickers: tecnología sin tecnología.
Son de sobra conocidas las numerosas ventajas que presentan el uso y la integración de las nuevas tecnologías en el aula de ELE: aumento de la motivación, de la participación y del interés de los estudiantes por la clase, además del ahorro de tiempo tanto en el aula como fuera de ella, para corregir, realizar informes, evaluar, etc. Sin embargo, el uso de la mayoría de aplicaciones interactivas que existen hoy en día tiene también varias limitaciones: los estudiantes no siempre cuentan con un dispositivo con el que trabajar en el aula (habitualmente un smartphone o tableta) o no tienen una conexión adecuada a Internet (bien porque no exista una conexión wifi en el centro o bien porque no tengan tarifa de datos). Además, no debemos olvidar que “obligar” a los estudiantes a instalar en sus dispositivos personales aplicaciones externas puede no ser del todo recomendable: muchas de ellas acceden a información y documentos personales (fotografías, contactos, ubicación…). Como docentes, debemos tener en cuenta que es necesario concienciar a nuestros estudiantes de la importancia de preservar nuestra privacidad.
Hace unos meses, charlando sobre todo esto (y más) en una conversación informal, una compañera me habló de Plickers. Ella la había utilizado como alumna en la academia donde se estaba preparando las oposiciones. Había quedado encantada con la innovadora manera de realizar los -habitualmente aburridos pero necesarios- tests.
Para quien no esté familiarizado con ella, Plickers es una aplicación que permite integrar la tecnología en el aula sin apenas utilizar tecnología: solamente el docente ha de tener un dispositivo adecuado y la aplicación instalada en el mismo. El aula también ha de contar con un proyector o pizarra digital interactiva. Sin embargo, los estudiantes tan solo necesitan un código bidi impreso en un papel o cartulina. Cada estudiante tiene su propia tarjeta, que puede utilizar tantas veces como sea necesario. El procedimiento para responder a un cuestionario es el siguiente: el profesor proyecta en la pantalla una pregunta con cuatro posibles respuestas y cada estudiante orienta su tarjeta con la respuesta que considere correcta hacia arriba (A, B, C, D). El profesor captura una imagen de la clase con la cámara del móvil o de la tableta y la aplicación corrige las respuestas de manera inmediata y las relaciona con cada estudiante.
Reconozco que yo soy tecnófila y que me hace falta muy poquito (habitualmente, solo es una cuestión de tiempo) para animarme a investigar e introducir las TICs en el aula. Por eso, esta simple conversación en la cafetería me motivó y me puse manos a la obra y propuse a un colega que me ayudara e investigara conmigo.
Lo primero fue registrarnos en la página web de Plickers y descargarnos la aplicación en nuestros respectivos teléfonos. Después, decidimos crear una clase de prueba y descargar las tarjetas con los códigos bidi para “jugar” y ver la eficacia de la captura de las respuestas. Por último, introdujimos un test de prueba, con tres o cuatro preguntas.
Así empezó nuestra intensa relación con esta aplicación. Rápidamente nos dimos cuenta de que es muy intuitiva y de que, por suerte, es muy complicado cometer un error que eche por tierra el trabajo anterior (es prácticamente imposible borrar algo “sin querer”). Además, descubrimos con gran alegría que no es necesario escanear cada código por separado: basta con realizar una captura de una clase entera, la aplicación reconoce las tarjetas aunque sean varias.
Una vez que ya nos sentimos seguras con el uso de la aplicación, convinimos ir creando pequeños cuestionarios ordenados por niveles para luego compartirlos y usarlos en nuestras clases. Ahí vimos cuál es su (principal) limitación: no se pueden compartir los cuestionarios entre diversos usuarios, cada profe crea los suyos y, aunque los puede utilizar en varias clases, no puede enviárselos a un colega. Pero… a grandes males, grandes remedios: decidimos crear una cuenta conjunta para toda la plantilla de la escuela y compartir las credenciales. Con eso, el problema quedaba resuelto.
Desde ese momento lo utilizamos en nuestras clases. A nuestras estudiantes les encanta realizar los cuestionarios de esta manera: se divierten mucho y aumenta su atención.
En este enlace podéis ver un pequeño vídeo de nuestros “experimentos” con Plickers (ya con estudiantes).