4 claves para gestionar la clase de ELE

Te proponemos algunas consideraciones que puedes tener en cuenta a la hora de preparar o abordar tu clase de ELE, según nuestra experiencia.

  • CONOCE A TUS ALUMNOS

Normalmente las relaciones con los alumnos se prolongan durante varias semanas, meses e incluso años. Y aunque solo sea por unas horas, es importante mostrar al alumno nuestro interés por ellos. Por eso, el primer paso es saber sus nombres, sus intereses y, sobre todo, sus objetivos para aprender español. Mantener una relación de cercanía es importante, aunque los roles estén diferenciados, las relaciones sociales prevalecen en el aula y una actitud receptiva por parte de los alumnos es fundamental para favorecer el aprendizaje.

  • FAVORECE LAS RELACIONES DENTRO DEL GRUPO

Para hacer grupos o parejas tenemos varias opciones: hacerlo por sorteo, dejar a los alumnos que elijan o dejarlo a la elección del profesor. La mejor opción, como siempre, dependerá de las características del grupo. Personalmente, he encontrado dos casos bien opuestos: 1- los alumnos siempre se ponen con la misma pareja, que suele ser con la que más relación tiene; 2- se quedan paralizados por el hecho de tener que mirar a su compañero y juntarse con él (especialmente en los grupos que llevan poco tiempo juntos). Para evitar ambas situaciones, yo siempre procuro hacer los grupos o parejas al azar. Si conozco bien al grupo y creo que unos pueden ayudar a otros, procuro juntarles. Pero eso sí: en la variedad (de parejas) está el gusto (al menos en didáctica).

  • APROVECHA TODOS LOS RECURSOS QUE TE OFREZCA EL AULA

Parece obvio que, si queremos favorecer la comunicación, lo más efectivo sería colocar a los alumnos de manera que todos puedan hablar con todos. Sin embargo, todavía se encuentran muchas clases donde unos alumnos se sientan detrás de otros mirando hacia el profesor como si este fuese a dictar una clase magistral. Las mesas en forma de U o haciendo un círculo favorecen el dinamismo, la comunicación y la relación de iguales. Además, el profesor puede controlar más fácilmente el ánimo y la actividad de todos los alumnos.

Sí además, como en nuestra escuela, se tiene la suerte de contar con pizarras digitales, estas pueden ser un maravilloso aliado si se usan adecuadamente. Con ellas podemos dejar las explicaciones grabadas y reutilizarlas en diferentes grupos (lo que ahorra tiempo) y también, podemos acceder a cualquier tipo de contenido: didáctico o auténtico. Pero lo más interesante es que a los alumnos les encanta utilizarlas (sintiéndose los protagonistas) y realizando actividades interactivas.

  • ¡NO TE OLVIDES DE LOS MÁS TÍMIDOS!

Es habitual que en los grupos haya alumnos más tímidos que otros. Y de hecho, siempre hay algún alumno que participa más (ya sea porque tiene mejor nivel o porque tiene una personalidad más abierta). También es más cómodo para el profesor apoyarse en él cuando el grupo no es muy participativo. Pero no podemos descuidar a los alumnos que están rezagados; hay que fomentar su participación pero sin hacerle sentir incómodo. Para ayudarles es bueno elegir bien a la pareja con la que trabajará o el lugar dónde se siente en el aula. Y ¡cómo no! ¡Los regalos por participación también ayudar! Basta con una chocolatina, un caramelo o una pegatina. El objetivo es que todos formen un grupo donde todos los participantes estén cómodos y vayan a clase con ganas de aprender, disfrutar y compartir el español.

                                        Ana Guibert, profesora ELE en Spanish Courses Unamuno.
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