Después de la Semana Santa… ¡Siempre llega el Lunes de Aguas a Salamanca!

Este año especialmente, el lunes de aguas llega pasado por agua: no ha parado de llover en toda la mañana. Para todos aquellos que no seáis de Salamanca, tal vez esta fiesta os resulte desconocida; pero para los habitantes de la Provincia, esta fecha se espera con gran ilusión y ganas, especialmente entre los jóvenes escolares.

El Lunes de Aguas tiene su origen en el siglo XVI y es un efecto secundario de la Semana Santa. En esa época, Salamanca era una ciudad que alojaba a muchos estudiantes (como actualmente) y, como es de esperar, había un perpetuo ambiente festivo en la ciudad; hasta que un día, Felipe II, que era muy piadoso, se escandalizó por ver tanto jolgorio durante la Semana Santa. De manera que lanzó un bando en el que obligaba a las mujeres de buena vida a abandonar la ciudad durante los días de Cuaresma y Pasión.

De manera que, solo podrían volver a entrar en la ciudad el lunes siguiente al Lunes de Pascua. Podréis imaginar que toda la población, especialmente los varones, acudían al río para recibir de nuevo a las señoritas y festejar con ellas el fin de las fiestas religiosas.

A día de hoy, ya no se expulsa a nadie de la ciudad, pero se ha mantenido la tradición de acudir al río con comida y bebida junto a la familia y amigos para festejar el Lunes de Aguas. Es una fecha de gran relevancia para todos los salmantinos porque nos reunimos y mantenemos viva la tradición comiendo hornazo. Los escolares, tienen jornada parcial y salen antes de las clases para poder ir con los amigos al río a disfrutar de un día en la naturaleza: es uno de los días más memorables y esperados.

El Hornazo, un manjar para muchos, es una empanada rellena de jamón, lomo, chorizo y huevo. Es una comida muy contundente que muchos adoran y que se puede encontrar durante todo el año en Salamanca, pero la producción aumenta considerablemente al llegar el Lunes de Aguas, que cambia cada año de fecha.